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Mi Gran Rey

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Cómprale un café a David

Devocional de la Canción

Esta canción nació de un tiempo de adoración mientras David Reina estaba leyendo Isaías 6.

Hay tantas canciones que declaran la santidad de Dios que tal vez repetimos las palabras sin pensar mucho en ello.

Pero ¿qué significa exactamente «santo»? ¿Por qué se repite tres veces? Isaías 6 comienza con la visión del profeta, y vemos que tres cosas llamaron su atención acerca de Dios: Él estaba “sentado en un majestuoso trono, y el borde de su manto llenaba el templo.” (Isaías 6:1, NTV).

Y los serafines clamaban unos a otros:

«¡Santo, santo, santo es el Señor de los Ejércitos Celestiales!
¡Toda la tierra está llena de su gloria!»

Repetir una palabra tres veces para darle énfasis era algo común en el Antiguo Testamento (Jeremías 22:29, Ezequiel 21:27). Como en Isaías 6:3, Juan también describe un “mar de vidrio” con seres angélicos que rodean el trono de Dios, que día y noche dan gloria, honra y alabanza al Señor Dios Todopoderoso con una sola frase: “Santo, santo, santo…” (Apocalipsis 4:6, 8). Este es un elogio en su más alto nivel.

La santidad de Dios es indescriptible en lenguaje humano; por eso es que estas proclamaciones celestiales nos brindan una revelación de lo eterno. Dios es santo, merecedor de reverencia y respeto. Como Creador está por encima y separado de este mundo pecaminoso.

Y sin embargo, Dios nos creó para Su propia gloria: “Traigan a todo el que me reconoce como su Dios, porque yo los he creado para mi gloria. Fui yo quien los formé.” (Isaías 43:7, NTV).

Efesios 1:12 nos recuerda que por la voluntad de Dios y con un propósito, Él nos escogió “a fin de que nosotros, que fuimos los primeros en esperar en Cristo, seamos para alabanza de su gloria”.

Así como los seres celestiales elevan su voz para adorar a Dios, así también nosotros queremos participar de la alabanza en el cielo, cantando “Santo, Santo, Santo.”